Bienvenido amigo

Como dices: "Que no me vengan con cuentos los que viven del cuento", he decidido venirte solo con cuentitos, y con cuentagotas.



jueves, 28 de julio de 2016

Un mal día

―Quiero una dama de compañía para esta noche a las diez, en el hotel Eilat, habitación 435.
―¿Cómo la prefiere, señor, rubia o morena?
―Morena.
―¿Joven o madurita?
―Joven.

Regresaba exhausto. Lo que había comenzado como ficción cómica había devenido en pesadilla: se desestimó su propuesta por un voto, el jefe de sección no concluyó la nota para la prensa, el director reveló pocos detalles de la operación, descubrió que su secretaria dio dos versiones contradictorias, tuvo que resignarse con las migajas del contrato, el cambio de última hora benefició a Asaf y con seguridad lo ascenderían antes que a él…
Para colmo, el taxista le habló de un atentado que acababa de producirse en Haifa. Llamó enseguida a su esposa.  Al cabo de unos segundos ella respondió y se quedó más tranquilo.
Aun así, subía en el ascensor tirando del maletín como si le colgara del brazo el planeta entero. Solo deseaba olvidarse de tanto problema.

Pasó la tarjeta de la habitación con la esperanza de hallar dentro el paraíso.
―¡Papá! ―oyó que exclamaba sorprendida una muchacha semidesnuda con los ojos y la voz igualitos a los de su hija Kaila.
Cayó fulminado en el umbral. 

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